martes, 10 de febrero de 2015

Es caprichoso el azar

Fue sin querer...
Es caprichoso el azar.
No te busqué
ni me viniste a buscar.
Tú estabas donde
no tenías que estar;
y yo pasé,
pasé sin querer pasar.
Y me viste y te vi
entre la gente que
iba y venía con
prisa en la tarde que
anunciaba chaparrón.

Tanto tiempo esperándote...

Fue sin querer...
Es caprichoso el azar.
No te busqué
ni me viniste a buscar.
Yo estaba donde
no tenía que estar
y pasaste tú,
como sin querer pasar.
Pero prendió el azar
semáforos carmín,
detuvo el autobús
y el aguacero hasta
que me miraste tú.

Tanto tiempo esperándote...

Fue sin querer...
Es caprichoso el azar.
No te busqué,
ni me viniste a buscar.


Hay canciones que nos dejan un temblor en el alma. Para mí, ésta es una de las más bellas canciones de amor de todos los tiempos. Música y palabra se unen de manera mágica, por eso hoy consideré que merecía un lugar en estos Cuadernos. Juro que ha sido por puro capricho del azar.

Mª José Vergel Vega

miércoles, 4 de febrero de 2015

Para la PAZ...vuelo de Mariposas.


Mis niños dicen que la Paz nos late en el lado izquierdo al compás del tictac del corazón. Nosotros  sabemos que la Paz es capaz de pintarnos el mundo de mil colores, de construir un arcoiris en la bóveda blanda del cielo.
La Paz es un día en el campo, el presagio del invierno en las hojas que caen, la esperanza cálida del verano.
Es también primavera y nos salpica de flores la pradera del alma.
Traemos para la Paz tres mil sabores: un sueño de manzanas chispeantes, el arrebato encarnado de las fresas, unos labios dulces como pulpa de mandarina; dulce de leche para la tristeza, milhojas de esperanza para el que no es capaz de ver la luz del sol, helado de limón para cuando el amor aprieta…