domingo, 2 de noviembre de 2014

Soneto de Noviembre

En Noviembre las campanas doblan con un tañido tan triste que el alma se nos encoge. La naturaleza deja en quien la contempla un sórdido desasosiego , y es que no tenemos la certeza de que tras lo gris, reaparezca de nuevo la transparencia exultante de la primavera. 
 Hace unos cuantos noviembres escribí este soneto que hoy encontré encerrado en un cajón.

Campana de Dauseda


Sopla el viento del Norte en los cipreses,
se cubren de nieve lomas y llanos,
mortales debilitan nuestras manos
tañidos de campanas como jueces.

Es Noviembre y el alma se oscurece,
no se oye por los riscos el ganado;
bajo el manto de un cielo despiadado
todo el campo de frío se estremece.

¿Volverá algún día la primavera
a solazar los años ya marchitos,
o loca seguirá la huraña muerte

rompiendo de la vida la quimera,
trocando ánimo fuerte en enfermizo,
haciendo de la pena eterna suerte?

Mª José Vergel Vega

No hay comentarios:

Publicar un comentario