jueves, 3 de diciembre de 2015

Cuentos llegan de Biblonia




De la misma Biblonia nos llegó este cuento en verso que pusieron en escena los más pequeñitos. En clase nos encanta poner en verso, con alguna que otra licencia, los cuentos clásicos. Os dejo este de Los tres cerditos . ¡Que lo disfrutéis!


Cuentos llegan de Biblonia
que es el país de los libros,
los manda un duende pequeño
muy amigo de los niños.

Biblonio se llama el duende,
en los cuentos vive escondido.
la seño dice que es invisible,
por eso no lo hemos visto.

Al país de Biblonia
también llega la navidad,
Biblonio manda esta historia
que te vamos a contar.

Éranse que se eran
tres lindos animalitos,
que vivían en el bosque:
te hablo de los tres cerditos.
  

Como ya estaban muy grandes,
su mamá les dejó dicho:
¡una casa tenéis que haceros,
que ya estáis creciditos!

El mediano que era un vago,
mucho, mucho protestó:
¡tú te haces la casita,
porque te lo mando yo!

Como la casa era de paja,
mucho no le aguantó;
en cuanto vino el lobo
de un soplido la derribó.

Llorando desconsolado,
al mayor de sus hermanos,
le contó con mucha pena
aquello que había pasado.

¡Déjame que aquí me quede
que llega la navidad,
y en tu casita de madera
el lobo no ha de entrar!

Pasa, pasa, mi hermanito
que comienza a refrescar,
y galletitas con leche
nos vamos a merendar.


Cuando estaban merendando
el lobo se presentó…
y soplando…soplando…
otra casita derribó.

Más veloces que las balas
corrieron los dos hermanos:
¡jopetas con este lobo,
sin casita nos ha dejado!

Iremos a visitar
la casa de nuestro hermano,
a ver si el malvado lobo
por allí no ha pasado.

  
El más pequeño de todos
en el huerto trabajaba:
¡hola, hermanos, qué sorpresa!
¡bienvenidos a mi casa!

Pasad, pasad, hermanitos,
celebremos la navidad,
que esta casa el lobo malo
nunca podrá derribar.

Sentaos a la mesa
que vamos a cenar.
¡cantemos villancicos
que ya es navidad!

¡Cantad, cantad, cerditos,
que pronto voy a entrar
y ni el más duro ladrillo
a mis pulmones se resistirá.

Y el lobo sopló con fuerza,
muy cansado estaba ya.
¡vaya con el pequeñito,
a este paso no voy a entrar!

Los cerditos, mientras tanto,
no paraban de cantar:
¡shhh…silencio, hermanos, el lobo
quiere en la casita entrar!

¡Tapemos la chimenea!
¡no, yo tengo un mejor plan!
una olla en el fuego
pondremos a calentar.

Y cuando entre el lobo
en ella se quemará.
¡pobre culete, qué pupa!
¡el médico lo curará!

Cansado ya de soplar
por la chimenea entró
y en la olla el lobo
el culete se quemó.

¡Ayudadme, cerditos!
¡hacedlo, por caridad!
nunca más os haré daño.
¡haya entre nosotros paz!

Los cerditos que eran buenos
lo quisieron ayudar.
¡vale, lobo, te ayudamos,
para eso es navidad!

¡Ay, mi culete, me duele!
¡curádmelo por favor!,
por eso los tres cerditos
avisaron al doctor.

Vino el doctor a casa
y cuando al lobo curó,
una gran fiesta dijeron
que allí se celebró.

¡Y colorín, colorado
este cuento terminó;
y a todos os decimos:

¡aplaudid si os gustó!
Mª José Vergel Vega

1 comentario:

  1. Estupendo, me ha encantado. Para este año me llega tarde, pero quizá para las próximas Navidades, si me das permiso, haga una adaptación para que lo representen los peques.

    De momento, te mando por FB algunas sugerencias que espero no te desagraden.
    Un abrazo.

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