jueves, 20 de marzo de 2014

El encantador de palabras.


"Sólo el poeta tiene reloj de luna" (R. Gómez de la Serna)
Foto de Lorena y Juli Cabello Vergel

Habéis de saber que el poeta es un ser que renace cada noche al beberse la sangre blanca  de las estrellas. De cada punto de luz en el cielo el  poeta hace nacer un verso.
Él  es el consentido de la luna, sabedora de sus naufragios.
Los labios del poeta muerden las palabras más tiernas y entonces acecha los versos tras cada portón en ruinas y persigue a los gatos que maúllan por los tejados.
Sólo el poeta ofrece su corazón a cambio de palabras hermosas que llevarse a las manos.
Siempre anda  rumiando restos de palabras con los que echar un remiendo al mundo . Él se crece en las dificultades y es el mejor remedio que conozco para el dolor  de alma; por eso es muy recomendable tener un poeta a mano, si es de los buenos, tanto mejor.
Un poeta viene al mundo para cargar con él y llevarlo por el buen camino. Se advierte que es problema del mundo si no se deja conducir por el trazo sensual de su discurso.
Cuando seas capaz de mirar a los ojos a uno de estos seres, créeme si te digo que estarás perdido, pues no se ha inventado aún el antídoto para contrarrestar su  dulce veneno.
Nunca olvides que el poeta se desnuda para expresar lo que siente, pero siempre va más allá y hace suyo lo que sentimos , hecho que lo convierte en un ser cuasimágico, curandero  sabedor de todos los conjuros.
Ahora que sabes todo esto , te diré que a un poeta se le puede llamar de todo: vate, aedo, bardo, recitador, juglar, trovador, rapsoda, autor, escritor, literato, encantador de palabras, mago de los versos…de todo  menos que no tiene ni oficio ni beneficio o que es un semidiós vanidoso porque, quedas advertido, el poeta es el más humilde de los mortales.
No es nada banal ni arbitrario que Poesía rime con Utopía. El poeta , aunque pudiera parecer lo contrario, lo tiene todo controlado. Él sabe que no hay poesía sin entusiasmo, no hay poesía  si uno no se compromete con sus sueños. Y los sueños siempre viajan hacia Utopía.
Es cierto que hay veces  que algún ciclón agorero nos trae la lluvia y se nos va algún poeta, y eso que en los tiempos que corren no es para nada recomendable ir perdiendo a los seres de esta especie. Me consta que siempre se marchan ligeros de equipaje y que  aquí nos dejan, conscientemente,  el mejor de los legados: la liturgia de sus versos para salvarnos de la vergüenza de un mundo que se deja manejar por sinvergüenzas.
Cada vez que esto ocurra, salid al aguacero. Se ruega encarecidamente dejar el paraguas en casa, es muy saludable calarse de versos hasta los huesos.
Dice una vieja leyenda que cuando un niño deja de ser niño, en algún bosque muere un Hada. Cuando muere un poeta, las Hadas hacen un altar con sus versos en las almas que le son propicias para que vivan en ellas eternamente.

El poeta es aquel que pone su tiempo, su vida y sus sueños  a disposición de la POESÍA,  que no es otra cosa que el arte de “vivir en los pronombres”.

Mª José Vergel Vega

3 comentarios:

  1. Un arte que muchos anhelamos y perseguimos, pero sólo algunos privilegiados, como tú, lográis alcanzar y fundirlo con vuestra alma.

    Un abrazo

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  2. Gracias por tus palabras , pero yo sigo anhelando y persiguiendo ese arte, puede que sienta la poesía como el que más , pero no me atrevo a llamarme poeta.
    Besitos miles.

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  3. Precioso homenaje a la poesía y a los poetas. Tú también llevas una poeta dentro. Gracias.

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