martes, 1 de septiembre de 2015

La semillita dormilona

 Ahora que empieza Septiembre, volvemos al cole y nos vamos sacudiendo  la modorra estival, voy a dejaros una historia  que compuse para que mis niños de Educación Infantil celebraran el Día del Libro . Es un poemita, sin grandes pretensiones,  a base de pareados,  sobre una semilla que no despertaba ni a la de tres y que a ellos les hizo mucha gracia. 


Era de saber una semillita
dormidita en su cunita.
Soñaba el señor Sol
con viajar a Sebastopol.

Pero antes de emprender viaje,
debía de pagar peaje:
¡Despertar a la Semilla,
haciéndole cosquillas!

_¡Esta Semilla dormilona
se está haciendo la remolona!
Por más que el Sol lo intentaba,
la Semilla no despertaba.

Cuando el Sol se fue a dormir,
alguien llegó por allí.
Dando un traspiés Doña Luna,
se chocó contra la cuna.
  
La Semillita enfadada,
despertó congestionada.
_¡Ay mamá, dile a la Luna
que no me ha hecho gracia alguna!

_Ya sabes que a mamá Tierra
no le gusta nada la guerra.
Le dijo a la Semillita:
-¡Niña, quédate quietita!



¡Debes salir afuera
que llega la Primavera!
Cuando asomó la cabeza
se ha quedado de una pieza:

Como un ladrón llegó el Viento
y no le gustó un pimiento.
En una nube vecina,
llegó una Lluvia muy fina:

_¡Prepárate, Semillita,
vengo a mojar tu carita!
Y la lluvia cayó y cayó,
y la Semilla creció y creció.
  
Le nacieron verdes hojas,
la cara se le puso roja.
Pasó Doña Mariposa
que iba para sus cosas.

Presumida Doña Tortuga
la invitó a comer lechuga.
Lento llegó Don Caracol
sacando su lengua al Sol.

La Semilla de la risa
se ha quedado sin camisa.
El Señor Sol, admirado,
su trabajo ha completado.

La Semilla sus ojitos
ha entornado un poquito:
-¡Gracias a la Lluvia y al Sol
tengo este lindo color!

Se cuenta por todos lados
que fue feliz en aquel prado.

Y colorín, coloreja,
liba que liba Doña Abeja,
se me ha colado en la oreja.

Mª José Vergel Vega

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