domingo, 1 de mayo de 2016

María Libertad


Sé de una mujer que proclama a los cuatro vientos que nació el año en que la República vio la luz en nuestro país; aquel tiempo en el que la gente se echaba a la calle para celebrar que éramos más libres y que un futuro luminoso abría sus puertas de par en par.
No sin dificultades, a esta niña le pusieron María Libertad, porque nació republicana y trabajadora. Cuenta, con su sonrisa imborrable, que acompañaba a su padre cada primero de Mayo y se manifestaba con alegría; levantando el puño y cantando las coplas que reivindicaban pan y dignidad para los obreros explotados.
María Libertad vivió una guerra siendo muy niña, y vio quemar con su hermana Francisca, con todo el dolor de su corazón banderas republicanas y hasta, relata, que quisieron quemarles el vestido rojo que llevaban puesto.
María Libertad caminaba las calles recogiendo cachinos de pan para matar el hambre; porque ella, cuenta, ha pasado mucho. Pero cuanto más grandes eran las dificultades, más se crecía y más luchaba para que nadie le pisara sus ganas de vivir y de habitar un mundo en el que todos nos tratáramos con respeto y en el que todos tuviéramos nuestra ración de paz.
María Libertad no se detuvo ante las adversidades, apretó los dientes y encaró con valentía, como la mujer luchadora que siempre ha sido, lo que la vida le mandaba, porque la vida a ratos es dulce  pero otros nos devora  a dentelladas.
María Libertad, mujer de mil oficios. Benditas tus manos que fregaron dobles, ventilaron matanzas, guisaron comidas de quintos. Manos que hicieron picón, que fueron a la siega. Manos que asistieron a muchos en el momento de la muerte, María camposantera.
María Libertad de eterna sonrisa, la mujer que no conocía descanso, porque sabía que cuando llegara a casa no le esperaba el reposo del guerrero, con quince hijos tenía que lavar mucha ropa hasta las tantas de la madrugada.
María Libertad, madre, republicana y socialista, mujer a la que tenemos que agradecer tantas cosas, porque se ha dado a los demás olvidándose de sí misma.
Gracias por tu ejemplo, por no rendirte nunca, por ir sembrando sonrisas, por dar por los demás hasta lo que no tenías. Por eso no debe extrañarte que todos en este pueblo al que adoras te quieras condeliriu y sólo tengan palabras hermosas hacia ti.


¡Cómo no vamos a quererte si eres la fuerza hecha ternura, María Libertad humilde y trabajadora! Que los callos de tus manos y todos los pasos que has caminado nos den fuerza para seguir luchando por un mundo en el que todos tengamos un lugar digno y en el que no nos de miedo coger de la mano al que piensa diferente.
Decía Bertol Brecht que sólo aquellos que luchaban toda la vida eran los verdaderamente imprescindibles, no esos que luchan a ratos y de cara a la galería.
María Libertad, tú eres una de esas mujeres imprescindibles y nosotros tenemos la gran suerte de contar con tu ejemplo.
María Libertad de hermoso nombre, la que siempre ha de recordarnos que el verdadero espíritu del 1º de Mayo es no cejar en la lucha y que para que ésta llegue a buen puerto hemos de estar unidos y sembrar nuestro camino de buenos actos, tal y como tú, María Libertad, madre, republicana y socialista, nos has enseñado.

¡Salud y República!


Mª José Vergel Vega

2 comentarios:

  1. Conozco a Libertad, la admiro y la quiero. Todo lo que dices de ella es cierto, y se lo merece.
    Le hicimos un homenaje en Coria con motivo de los premios Vicente Lisero. La propuse, no solo por ser paisana sino por ser ejemplo de mujer que le tocó vivir en esos tiempos tan duros. ¡Muy grande, Libertad!

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  2. Escribo para dar la enhorabuena a la persona que a escrito este texto, poco puedo decir.. que no esté dicho ya, enorme trabajo.

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