martes, 9 de septiembre de 2014

Los gatos y la luna




Tengo la sensación de andar metida en un libro a en algún lío por el estilo.
Ando recogiendo palabras por el suelo. Había unas cuantas justo en el rellano, pisoteadas y deshechas; seguro que las dejaste allí a posta.
Así las cosas, no tardaré mucho en convertirme en la loca de los gatos, con el pelo revuelto y la mirada perdida y los libros tapiando las ventanas que es un sueño que estas noches de Septiembre se repite mucho.
Por eso, ruego encarecidamente, que si alguien me estuviese soñando,  deje de hacerlo, porque me gustaría terminar con esto de una vez por todas. Y , te lo advierto, no quiero que vuelvas a tener el atrevimiento de abrazarme cuando me abandono a los recuerdos.
Han pasado muchas lunas y no tienes ningún derecho a ir dejando palabras para encontrar el camino. No obstante, he intentado recomponerlas y ordenarlas. He leído entre lineas, pero he de asumir que jamás conseguiré saber qué demonios ocurre, porque mis gatos se han comido el epílogo de nuestra historia. Quizá sea culpa mía, ya sabes lo despistada que soy , debí dejarlo tirado por el suelo. Últimamente no sé ni dónde pongo la cabeza.

Mª José Vergel Vega

2 comentarios:

  1. Míralo por el lado positivo, si los gatos se han comido el epílogo de vuestra historia, eso te da la oportunidad de escribirlo nuevamente y totalmente a tu gusto, que para eso tienes el don de recomponer las palabras deshechas y hasta las desechas.

    Que la luna y los gatos nunca sean para ti pesadilla.

    Besos a puñaos

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  2. Hay veces, amiga mía, que a las historias que han perdido el epílogo, lo mejor y más sensato es dejarlas marchar.
    Me gustan la luna y los gatos .
    Puñaos de besos para tí.

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