lunes, 22 de septiembre de 2014

De Amor y fantasmas...

Escultura al Amor Herido, Parque de María Luisa, Sevilla
Foto Internet


Préstame tu palabra a este lado del frío, y déjame decirte que aún  te quiero cuando la bruma oculta los confines del mundo y el ojo de Dios acecha nuestros besos.
Te quiero cuando las hadas pierden la decencia, y su varita no obedece a palabras mágicas.
Te quiero si me despierto al filo de tu boca. Te quiero cuando el tiempo se me va entre los dedos, cuando eres pez que asciende la corriente.
Te quiero entre las notas de un bolero, y por debajo de la mesa, siento la presencia ausente de tus manos.
Déjame decirte que la vida se me está yendo, amor,  y que cierro los ojos y me abandono al sueño de inventarte.
Y acaso nunca hayas existido, acaso jamás nos dijimos: “Te quiero”; acaso nunca fuimos uno al llegar la madrugada.
Y se me va la vida, amor, y encierro tus ojos entre los pliegues de la almohada; porque el cielo es una gran mentira y no hay estrellas que valgan; porque no hay palabras para apresar la sombra que me dejas.
 Donde hay olvido y fantasmas, sobran las palabras de amor.
Pero  préstame, amor, tu palabra a este lado del frío, y devuélveme la oportunidad de la alegría.
 Se hace de noche …… ya oigo el llanto de los pájaros.


Aunque tú no lo admitas, sé que vuelves cuando me puede el sueño, porque hay una sombra en mi balcón que, cada mañana, me habla de tu nombre.
Hay noches que doy con la pócima que me libra de tus ojos; pero,  cuando despierto en medio del frío de la madrugada, siguen estando allí, como vigías eternos y  descubro un hueco en mi costado por donde voy perdiendo  versos que siempre te nombran…y no hay ni rastro de tu presencia en el silencio de los rosales o entre el fragor de los naranjos.
Y la soledad es un pozo de aguas negras donde flota la oscuridad del olvido…
Por los confines del sueño , una vieja desgreñada da vueltas a un puchero y con la mirada fija en mis miedos, vuelve a contarme una historia, que conozco muy bien, de una cueva  que, en los inviernos,  engulle a aquellos a los que abandonó el Amor y hace correr un torrente de sangre blanquísima…
Todo es indicio de que va siendo hora de ser valiente y matar el fantasma de tu nombre…te advierto que lo  haré cualquier noche de éstas…


… y después caminaré siendo consciente de los pasos para dejar de desangrarme en las ausencias.
Mª José Vergel Vega

No hay comentarios:

Publicar un comentario