Algunas de las historias de este
confinamiento no las olvidaremos jamás. Yo guardaré a buen recaudo, en mi vieja
caja de galletas, una que tiene que ver con libros y palomas.
Palabras y alas, una combinación
evocadora para tejer una historia inolvidable.
A veces, los pasos que son curiosos
por naturaleza, nos llevan hasta las puertas misteriosas de los desvanes,
paraísos de oscuridad herida por rayitos de fugaces de sol. En ellos vive la
memoria de lo que fuimos, de lo que hoy somos y de lo que seremos en el futuro.
El corazón se acelera por el miedo a
lo desconocido y sube por la espalda el escalofrío que produce la curiosidad.
En los desvanes hay fantasmas dormidos entre el polvo y el silencio; fantasmas
que bregan por sacar del olvido una parte de nosotros mismos que vivió hace
tiempo y que nos completa.
Dormidos y escondidos en un cajón,
medio destruido por la humedad y el rodar de los tiempos, aparecieron ante mí
un buen puñado de historias de otro tiempo, historias que estaban ahí y que a
buen seguro completarán lo que somos. Libros que otros escribieron y leyeron
para alimentar su sed de sabiduría, su afán por preguntarse qué hacemos en este
mundo y qué nos queda por hacer. ¿Quién los puso ahí? ¿Por qué han estado
confinados ante nuestros ojos hasta ahora?
Incrédula, los miran mis ojos, los
tocan mis manos, y toca mi alma, entre nidos de palomas, el sentir de quienes
se alimentaron de ellos.
Quiero compartir con vosotros mi
historia de confinamiento: unos libros que formarían parte de una bella historia
de amor a la CULTURA, forjada en los estantes toscos de la Biblioteca
Social “Pablo Iglesias” en tiempos de la
II República.
Una vez rescatados del
desván-piconera de nuestro Ayuntamiento, toca indagar en lo que esa Biblioteca
supuso para la historia de nuestro pueblo: Misiones Pedagógicas, libros de
consulta de unas Sociedades Obreras con afán de formarse y ser libres…el tiempo
y la investigación nos lo dirá.
Las historias que viven en estos
viejos libros son viento del pueblo y hacia el pueblo soplan. Palabras aladas
que vuelan poniéndonos a salvo de la desesperanza y las cadenas.
Siempre los libros nos hicieron
libres.
Mª José Vergel Vega
En el video de Manuel Torres Canalo, se muestran los libros, rescatados hasta el momento, que formaron parte de la Biblioteca Social "Pablo Iglesias" de Torrejoncillo, allá por la II República.
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